2060 en nuestras manos

Esta historia cuenta como un aciano le enseña a sus nietos el poder que tenemos como sociedad para cambiar nuestro futuro.

Jorge Moreno, tiene 85 años, ha vivido eventos mundiales y locales de gran magnitud, siendo un niño de solo 4 años vio como las grandes potencias del mundo se mataban por poder y por religión, en ese tiempo el no entendía nada de esas cosas, pero el miedo que le trasmitían sus padres era suficiente para ver que algo malo pasaba.

En cuanto fue creciendo, fue aprendiendo mucho del mundo, aunque trato de entender la sociedad en la que vivía, donde los más importante no son las personas sino el dinero y el poder, donde los grandes países son capaces de eliminar una ciudad entera solo en busca de petróleo.

Después de tantos años de experiencia, un día del año 2020, hablando con sus nietos y se dispuso a darles la lección que no le dinero a él.

Comenzó contando, como con su abuela y otras familias construyeron un barrio en un lugar deshabitado, con esfuerzo y dedicación lograron construir las calles por donde hoy ellos corren jugando Bola e´ trapo y a las escondidas. Contaba como en el pasado se unieron para crear un ambiente de respeto el uno por el otro mientas y gobierno los abandonaba.

Dijo después de esto: ahora vienen ustedes, su trabajo tal vez sea más difícil que el de nosotros, no les tocara construir una comunidad pequeña, ahora ustedes deben cambiarla para así poder salvarla.

Se fijo que en la televisión estaban pasando la reconocida película de 1985, volver al futuro, y le dijo a cada uno: “imagínense que tienen esa máquina, y van a viajar cuarenta años al futuro, aterrizaran en el año 2060, ahora les pregunto, ¿cómo les gustaría que fuese el mundo para ese tiempo y que creen que se encontrarían?”

Luego de unos minutos cada uno de sus nietos empezó a responder.

Su primer nieto que cursaba octavo semestres de ciencias políticas empezó a narrar: aterrizo en una ciudad capital del mundo, extrañamente en la alcaldía de esta ciudad tenia en una bandera que él no había visto jamás, dispuesto a averiguar que era esto nuevo que veía decidido preguntar.

La bandera era de una alianza mundial, debido a todas las masacres y muertes que ocurrieron a lo largo de los años poco a poco los gobiernos decidieron ceder, se dieron cuenta que el petróleo no era el combustible que debía mover al mundo, que las diferencias culturales que tenía cada país no eran un problema sino una ventaja para todos, lograron entender que si cada uno aporta lo que tiene para un bien común podemos vivir en paz como una sociedad.

Mientras los países con grandes industrias desarrollaban las herramientas y tecnologías que necesitamos y nos ayudan a hacer nuestra vida mas fácil. Como los automóviles, las prendas de vestir, electrodomésticos, etc.

Los países agricultores y ganaderos, surtían de alimentos de alta calidad a toda la sociedad mundial. Cosechaban toda clase de comida gracias a sus saberes del campo y exportaban a todos los lugares del mundo

No siendo ninguno de estos mas importantes que el otro juntos trabajaban para construir una sociedad unidad.

La siguiente en hablar fue su nieta, cuando ella llego al futuro, vio un planeta muy verde, el ambiente era exquisito, se sentía limpio, los carros no lanzaban esos peligrosos gases que convierten el planeta en un invernadero.

La conciencia ambiental era increíble, todo se reciclaba, los desechos orgánicos se convertían en abono para los cultivos y las múltiples zonas verdes que habían, el plástico estaba prácticamente extinto y la mayoría de cosas desechables era biodegradables.

A diferencia del 2020, los animales se respetaban, la muerte de animales para el consumo humano era regulada y cada muerte debía ser aprovechado al 100%, la sociedad volvía a tener el respeto a la madre naturaleza que tenían sus ancestros indígenas.

No existían zoológicos, circos de animales, las personas que querían conocer animales debían ir a verlos en su habitad natural el respeto por el medio ambiente estaba en unos niveles que la sociedad de los últimos siglos jamás había visto.

El motor del combustible del mundo era la electricidad generada por medio del sol, las personas que necesitaban viajar usaban vehículos eléctricos y los que se dirigían a sus trabajos utilizaban bicicletas.

A diferencia del tiempo en el que vivían no adaptaban la naturaleza a la sociedad, sino que la sociedad debía adaptarse a la naturaleza.

Y su última nieta contó haberse encontrado con una sociedad muy desarrollada tecnológicamente, como en la película de volver al futuro los autos volaban con combustible orgánico.

Los avances en la salud eran increíbles, el cáncer y las enfermedades incurables, eran pan comido para una maquina capaz de regeneran las células dañadas y todas las partes afectadas, en su relato la chica hizo referencia a la máquina que aparecía en la película “Elysium”

Las construcciones de largos meses y años y hacían parte de la historia, se desarrollaron maquinas que hacían que las grandes construcciones de viviendas durarán semanas, las máquinas remplazaron a los obreros y estos se convirtieron operadores de estas, los riegos de accidentes eran casi nulos.

La tecnología estaba en tan alto desarrollo que ya había vehículos capaces de recorrer las profundidades del océano y revelar todo el secreto que este esconde.

Orgulloso de lo que escuchaba de sus nietos, antes de cerrar su charla les dijo: “ahora piensen en como hacer eso realidad, ¿Qué pueden hacer ustedes como sociedad para que todas estas cosas se cumplan?, no me digan, mejor trabajen en ello y así cuando tengan mi edad podrán contárselo a sus nietos”.

Programa de Comunicación Social - Uninorte (Barranquilla)

Miradas desde Colombia

Estudiantes de Comunicación Social de la Universidad del Norte realizan su aporte a este proyecto colectivo presentando sus reflexiones y la de miembros de sus círculos sociales en torno al llamado propuesto por el Altas de Imaginación Cívica.

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