¿ Y si el cielo tuviera un teléfono ?

Mi post habla acerca de como las abuelas que cuidan a sus nietos desde pequeños llegan a marcar sus vidas para siempre, también habla sobre la mente de los niños y las cosas que pueden llegar a imaginar que son posibles.

¿ Y si el cielo tuviera un teléfono ?



El mundo hoy en día es muy diferente a como lo recuerdo cuando era una muy pequeña, recuerdo haber llegado al colegio en agosto luego de las vacaciones y ver que todos los televisores y computadores grandes habían sido reemplazados por pantallas planas, incluso los retro proyectores que utilizábamos antes se convirtieron en video beams y se podían manejar desde el computador. Como también los celulares, todos pasamos el Pebble al Blackberry y luego al Iphone 3, todo en cuestión de meses. Y así, el mundo y la tecnología están en constante evolución. Desde pequeña he sido muy creyente en Dios y en el cielo, y de pequeña recuerdo que mi abuela paterna le dio cáncer y era terminal, entonces yo le rezaba a Dios y le pedía que así como ha avanzado la tecnología en la tierra, que avanzará también en el cielo y pusiera un teléfono para poder hablar con mi abuela cuando muriera.

Yo siempre me he caracterizado por ser una persona nerviosa, cuando era niña vivía en una casa enorme con mis padres, mi hermano y mis abuelos maternos . Recuerdo que muchas veces me daba miedo irme de viaje con mis papas y toda la familia entonces casi siempre me quedaba en casa con mis abuelos, con mi abuelo materno nunca tuve una conexión, el murió cuando yo tenía 12 años, pero con mi abuela materna era totalmente diferente, dicen que los abuelos que cuidan de sus nietos desde muy pequeños dejan marcada su vida para siempre, y cuanta razón! Al ser su primera nieta, siempre fui la favorita, y todos lo sabían porque ella no lo disimulaba. Tuvo una adolescencia un poco difícil luego de que su papá muriera cuando ella tenía tan solo 14 años, y su madre quedó a cargo de ella y 9 de sus hermanos. Gracias a su esfuerzo y dedicación, logró seguir adelante y se convirtió en una mujer exitosa y reconocida, hasta fue candidata para ser Señorita Atlántico en aquel entonces. Luego se casó con mi abuelo, que de hecho era su primo hermano y era un joven trabajador, adinerado y dedicado a su familia, por lo que no tuvo muchas preocupaciones por el resto de su vida. Mi abuela fue, es y siempre sera mi héroe, tristemente la perdí en julio del año pasado. Siempre teníamos la costumbre de pedir comida los domingos, y lo que parecía un sábado normal se convirtió en mi peor pesadilla cuando un infarto fulminante acabó con su vida, pero siempre vivirá en mis recuerdos y se que desde el cielo o desde un universo paralelo, siempre me estará cuidando. Hay una anécdota en especial en la que me di cuenta de mi abuela para mi siempre ha sido una, como la solíamos llamar desde ese día, mi superabuela.

Era el año 2005, recuerdo que mi prima Daniella y yo estábamos meciéndonos en los columpios del parque que mi abuelo construyó para mi hermanito y para mi en el patio de mi casa. Frente a mi casa siempre, y digo siempre porque aunque ya esa casa no existe, tuve la gran oportunidad de verla convertirse en el edificio donde ya he pasado 7 años de mi vida viviendo con mi familia, ha habido una antena enorme de telecomunicaciones que se podía ver desde el patio, y que por alguna razón siempre vivía llena de señores que parecían arreglar alguna falla técnica que tenía en la cima de ella. Daniella y yo teníamos una forma de mecernos en los columpios muy particular, no nos sentamos sino que nos mecemos paradas y aseguramos nuestras manos entre las cuerdas que sujetaban los columpios, pero ese día por alguna razón yo decidí sentarme y mecerme lentamente, a lo que Daniella me dice, ¡ Alla,( como de cariño me dice mi familia ) mira para arriba, hay unos hombres en la antena ! Yo rápidamente me agache y empecé a caminar hacia la puerta del patio que daba para mi casa porque pensaba que estaban en la antena del televisor que estaba en el techo, Daniella muy confundida me pregunta ‘’¿ Qué estás haciendo?’’ A lo que yo respondo, ‘’shhhh dani, te van a oír y nos pueden atacar, voy a llamar a mi abuela’’, Daniella comenzó a reírse y yo no entendía nada, solo sabia que tenia que llegar a la puerta para llamar a mi abuela, porque ella siempre tenía una solución para todo.

Y después de eso, así siempre fue, hasta el ultimo día de su vida, era mi confidente, la persona a la cual siempre le pedía ayuda, mi persona favorita.. Siempre voy a extrañar a mi elita, pero se que algún día nos volveremos a encontrar.

Programa de Comunicación Social - Uninorte (Barranquilla)

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