Esto lo escribo para ti, que aún vives en el pasado, así es como describo tu futuro y mi presente.

Lo primero en lo que pienso cuando imagino el futuro es en la vejez. La mía, la de los míos y la de los ajenos. Pienso en lo desconocido, en la fuerza y la debilidad. Fuerza de una sociedad más unida, más humanitaria, más libre y la debilidad de un mundo que no podía más.

Las emociones, las acciones y formas de pensar han cambiado justo como lo soñamos. Las épocas son tan cambiantes y cada vez se cambia más rápido.

Puedes quedarte tranquila, tus miedos fueron superados. Los hombres y las mujeres vivimos como uno. Nadie te juzga por tu peso, color de piel o condición física porque: las etiquetas no le importan a nadie. La igualdad ya no es un futuro ahora es una realidad.

La forma de amar ha cambiado tanto, te sorprenderías. Puedes amar sin miedo, con tanta valentía en la sangre que no habrá duda alguna que lo que verdaderamente unió al mundo fue el amor. No hay limitaciones, se puede amar a quién deseas, nadie se regirá por estigmas sexuales ni sociales. Somos una sociedad más comprensiva, más humilde. Las guerras ya no tratan de destruir, si no de edificar. Hemos vivido tanto y ha sido tan duro, que aprendimos a la fuerza, con mucha violencia. Entendimos la lección, todos podemos convivir, da igual la raza, no importa la religión, no importa la clase social, no importa el sexo ni la orientación sexual. No existen barreras. Porque por fin aprendimos que a nadie debe importarle los asuntos del otro.

Allí donde solía vivir, en 2020, a nuestra zona le decíamos ‘la cuadra donde siempre se va la luz’. Y hoy me enorgullece decir que brilla con luz propia, ya no viven los mismos homofóbicos, los mismos racistas y xenófobos que hace 40 años, pero los que viven aquí demuestran una vez más que el amor y el calor humano, que tanto nos caracteriza, no se ha perdido con los años. Y en mi ciudad, tan bonita y tan realista ya no nos falta nada. Nunca nos hizo falta nada.

Cuídate mucho, lava tus manos, usa mascarilla y mantén una distancia prudente con el otro. 

¡Este virus lo superaremos! 

Con amor, 

yo

tú